jueves, 24 de octubre de 2013

SALTOS

En la disciplina de saltos la lancha es de gran potencia, unos 430 CV. Este deberá pasar por su pasillo de boyas correspondiente que transcurre por el lateral de la rampa por la cual tendrá que saltar el esquiador. A diferencia de las otras modalidades, se utilizan 2 esquís de más de 2 metros de largo y unos 25-30 cm de ancho, por cuestiones de aerodinámica y sustentación en el aire. La rampa suele hacer unos 5 metros de longitud y tiene 3 medidas de altura máxima: 1,50 m para las edades infantiles, 1,65 m para las mujeres y 1,80 m para los hombres. La velocidad máxima de la lancha será de 57 km/h en los hombres y 54 km/h en las mujeres. La cuerda será igual para todos los saltadores, de 23 m de longitud.
El objetivo es saltar la mayor distancia de longitud posible.
El saltador debe realizar una doble apertura, o doble cortada, cruzando las estelas de la lancha 2 veces, para alcanzar una mayor velocidad generando el «efecto látigo», lo que supondrá una mayor distancia saltada. Se consiguen unas velocidades por parte del esquiador de unos 120-130 km/h, esto equivale a que un mínimo fallo y mal impacto contra el agua, ésta se convierte en piedra.
El récord del mundo lo mantiene Freddy Krueger con 246 pies, o lo que es lo mismo 75,1 metros. En España el récord lo tiene Guillermo Moreno de Carlos con 67,1 metros.
Hasta 2005 existió una variente de los saltos llamada Skifly, en al que el barco alcanzaba los 65-70 km/h, la cuerda era de 30 m y la rampa más larga, consiguiendo que el saltador alcanzara los 140 km/h al impactar contra la rampa y saltar casi 100 m de longitud.







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